Procesos Nivel 3: el camino del producto
Y llegamos a los procesos de nivel 3: toca “trocear” los procesos de nivel 2 en piezas que encajen.
Ahora sí que tenemos que tener mucho cuidado en cumplir con las reglas del puzzle y asegurarnos que plantemos un camino entre el inicio y el final de un nivel 2, en el cual las salidas de cada paso sean las entradas del siguiente.
Mi propuesta es que lo hagas desde el punto de vista de tu producto (o servicio). Que te pongas en su casilla de salida, cuando no es más que un prometedor contrato, y empieces a explicitar qué operaciones le van sucediendo hasta convertirse en algo ya maduro a entregar a tu cliente.
Has empezado a plantear la cadena de valor del producto.
Tampoco hay que ser demasiado exhaustivo en este nivel: yo establecería un nuevo proceso cada vez que el producto “cambia de manos”, cuando pasa de un puesto a otro.
En una cadena de fabricación los puestos están muy claros, y el producto pasa físicamente de uno a otro. Cuando el puesto es una máquina, el proceso es el conjunto de operaciones que realiza esta máquina (cortar, plegar, fresar, taladrar…). El recurso es la propia máquina más las personas necesarias para operarla.
Pero en otro tipo de producciones puede no ser tan claro. ¿Cuál es el recurso en un proceso con ajustadores, en una instalación de conductos o en unas pruebas de tubería?
Yo recomiendo definir el recurso como el equipo óptimo o cuadrilla de personas necesarias para, con los medios adecuados, ejecutar una parte concreta del trabajo: un local, un sistema…
Un ejemplo simple: si para realizar un tendido de cable necesito 2 técnicos en cada extremo, más 2 ayudantes que sujeten la escalera más 1 que acerque el material; pues el recurso es la cuadrilla de 5 electricistas. Si mi empresa dispone de 20 electricistas, tengo 4 cuadrillas y podré acometer 4 trabajos de tendido a la vez, o sea, podré trabajar en 4 procesos distintos en paralelo.
Lo que no va a ser probable es que cada proceso de nivel 2 cuente en exclusividad con sus propios recursos o cuadrillas, más bien tendrán que compartir en buena armonía la mayoría de los recursos con otros procesos… o competir de manera feroz.
El nivel 3 de procesos permite ya una planificación. Y sabrás que lo estás haciendo bien cuando veas que no es tanto un problema de fechas: lo complicado de planificar es explicitar, distribuir y optimizar los recursos.
Y llegamos a los procesos de nivel 3: toca “trocear” los procesos de nivel 2 en piezas que encajen.
Ahora sí que tenemos que tener mucho cuidado en cumplir con las reglas del puzzle y asegurarnos que plantemos un camino entre el inicio y el final de un nivel 2, en el cual las salidas de cada paso sean las entradas del siguiente.
¡Me encanta lo simple que explicas todo!
¡Muchas gracias! ?
Creo que a veces nos complicamos sin necesidad, y que todo es más simple si se tiene claro hacia donde se quiere ir.