Apología de la Planificación
La palabra “apología” tiene una connotación negativa. Sin embargo, su significado es bastante neutro, más bien positivo.
Cito la RAE: «Discurso de palabra o por escrito, en defensa o alabanza de alguien o algo». La connotación negativa vendrá en todo caso de que el objeto de la apología sea poco recomendable.
Vamos, que se puede hacer apología de causas nobles, como la que hizo Sócrates para defenderse en su juicio (spoiler: aunque no le valió de mucho).
La causa noble que he elegido para este artículo es la de Planificación: creo que está siendo injustamente atacada, y claro, me lo tomo como algo personal.
Parece que está de moda menospreciarla, como que hoy en día ya no es útil.
Y qué más quieren oír los que nunca planificaron (ni siguieron una planificación) que la tachen de obsoleta e innecesaria. Para ello suelen citar argumentos de 2 metodologías que ya hemos mencionado en este blog.
Parto de la base de que no considero estas metodologías “enemigas” de la planificación, más bien al contrario. Pero por si acaso alguien “oye campanas” y se queda con la parte del argumento que le interesa sin profundizar más.
Dicen que las metodologías ágiles la acusan de obsoleta, por tratarse de un método predictivo en tiempos de incertidumbre.
La planificación no predice el futuro, organiza las tareas y los recursos en base a escenarios. En el fondo, lo mismo que los Agile, en los que sin duda hay una parte de planificación. Simplemente, proponen otras formas de realizar esta organización, más adecuada en determinadas circunstancias.
Porque lo contrario de planificar no es “saber adaptarse en entornos de volatilidad”.
Lo contrario de planificar es improvisar sobre la marcha
Y esto no es lo que propugnan las metodologías Agile.
Dicen que los sistemas PULL la acusan de innecesaria. Estableciendo las cadenas de fabricación y una vez ajustados los ritmos nivelando, ya no es necesario planificar, la propia demanda lo regula todo.
Al igual que cero papeles no significa llevarlo todo de cabeza, y para conseguirlo realmente hay que hacer muchos, muchísimos papeles antes; para llegar a un estadio Pull en el que no haga falta planificar es necesario un esfuerzo previo enorme de estandarización, flexibilidad, Lean…
Y por supuesto de planificación: hasta que el sistema no sea cuasi-perfecto, vas a necesitarla para ajustar los ritmos. ¡Ay de ti! si tu 1er paso para establecer un sistema Pull es prescindir de la planificación.
Así que no hagas mucho caso de los que proclaman la muerte de la planificación. Sigue más viva que nunca.
Si no planificas, no será porque no es necesario.
Allá tú.