Un perfecto armario inútil

armario inutil

 

Es una conversación ficticia sobre armarios, pero seguro que te suena trasladado a algún que otro campo de la gestión:

+ Necesito ser más ordenado. Me voy a comprar un armario. Pero no uno cualquiera, he seleccionado el Onyttig 4.0, el más moderno de una conocida marca del norte de Europa. Acierto seguro.

– ¿Has medido el hueco de la pared a ver si te encaja?

+ No.

 

– La proporción de baldas y perchas, huecos más grandes y más pequeños ¿se ajusta a lo que quieres meter dentro?

+ No sé.

 

– Pero habrás pensado qué quieres meter.

+ Todo lo que quepa.

 

– Y cómo lo quieres meter.

+ Para sacar provecho al armario, tiene que entrar toda la ropa planchada y perfectamente doblada.

– Pero no sois así de ordenados.

+ No es problema, ya que con el armario me venden un curso de cómo hacerlo. Y así nos obligamos a serlo.

 

– No creo que vaya a funcionar…

+ Que negativo eres. Si es super moderno. ¿Quieres verlo por ti mismo?

– Prefiero no acercarme. Te deseo mucha suerte, la vas a necesitar.

 

Aunque por supuesto me acerqué, y les ayudé a montarlo. Y a ordenar su ropa según el método Onyttig. Tenía sentido, pero requería mucha disciplina para mantener el armario ordenado.

Disciplina que no se logró. No hicieron girar su vida alrededor del armario, y ahora está hecho un desastre.

Y ahora me relacionan con él y me culpan también del fracaso.

Si me hubiesen avisado un poco antes, les habría recomendado un armario más adecuado, u otro método de almacenar la ropa, o explorar alguna forma para tener menos ropa que guardar.

Pero el armario se apellidaba 4.0 y tenía mejor venta.

 

Ingeniero Industrial | Freelance | Experto en Planificación y Procesos

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