Divide y vencerás

Divide y vencerás

Divide et impera

«Divide y vencerás» o «divide para reinar», según cómo se traduzca.

Pareciera que nos vamos de conquista con Julio Cesar o Napoleón.

Aunque se trata más bien de remangarse para algo más mundano: resolver el problema de la fabricación de un producto o servicio.

La fabricación de un producto es en la mayoría de los casos un asunto complejo, con cientos de variables en juego.

Si somos capaces de descomponer su proceso de fabricación digamos en 10 pasos, el número de variables en cada paso se debe reducir a unas decenas.

En vez de resolver la gran ecuación, marcamos productos y objetivos intermedios, y resolvemos 10 problemas menores. O al menos los planteamos y resolvemos un par de ellos. Igual alguno hasta nos vale como está y no hay ni que tocarlo (de momento).

Solamente con plantearlos ya tenemos una visión global de la ruta que debe seguir el producto, su relación con los recursos de la empresa y las áreas que nos valen cómo están o debemos mejorar.

Ahora nos toca fabricar un nuevo producto o familia, muy diferente al anterior. Otros cientos de variables en juego. Y lo volvemos a descomponer en 10 pasos. Y de los 10 pasos del nuevo producto, 4 coinciden con los del anterior.

Desde el punto de vista del nuevo producto, tenemos el 40% del problema resuelto.

Desde el de los procesos, ya tenemos 4 en los que se hacen operaciones a 2 familias de producto distintas, lo que supone un gran volumen de trabajo similar. Son por tanto candidatos perfectos para aplicar técnicas de mejora: cualquier ahorro en coste o plazo en estos procesos repercute sobre mucho producto.

¿Te imaginas que sucederá con una 3ª familia de producto? Al descomponerla, el 70% de sus procesos coincidirán con alguno de los de las 2 familias anteriores, y sólo habrá que seleccionarlos de nuestro catálogo  de procesos estables y optimizados, nuestro know-how.

Del 30% restante pues como siempre, toca inventarse la solución. Pero sobre un problema mucho más acotado. Y con una metodología de consolidación de los progresos que vayamos obteniendo.

Hasta el día en que cualquier producto nuevo se pueda fabricar combinando procesos de nuestro catálogo. Ese día la gestión de la producción empezará a ser aburrida.

Pero aún queda mucho para ese día ¿verdad?

 

Ingeniero Industrial | Freelance | Experto en Planificación y Procesos

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