La hermana y la tía de la Ingeniería

«He visto a menudo a un gato sin sonrisa, ¡pero nunca una sonrisa sin gato!»

 

Reservo para el apartado Ingeniería mis entradas más personales, mis movidas más raras.

La verdad es que podría haberse llamado de otra forma, como Tierras raras u Otras hierbas.

Y la de hoy viene fuerte, advertido queda.

Considero la Ingeniería hija de la Física y nieta por tanto de la Matemática. No está mal como familia: gente noble, estudiosa, ordenada y de bien.

Por eso me extraña el caso de su hermana, otra de las hijas de la Física. Es alocada, bohemia, estrafalaria… Estoy hablando de la Física Cuántica.

Ojo, que me cae muy bien. Cuando creo que el mundo está loco hablo con ingenieros, nos autoafirmamos y el universo vuelve a tener un poco de sentido. Pero cuando el día viene peleón y lo que quiero para mi cerebro es una llave de judo, hablo con la hermana Cuántica. No la entiendo mucho, pero hace que el universo parezca más divertido.

Ahora que lo pienso, igual sí que le viene de familia. La abuela Mates siempre estuvo un poco loca, pero es una de sus hijas la que me recuerda a la hermana: la Informática.

La tía Informática tiene también ese aire bohemio y estrafalario. Pero si la conoces te das cuenta que hay un orden detrás de todo eso, aunque diferente al de la Ingeniería. Si conoce su idioma (la programación), habrás notado que donde la Ingeniería ve valores constantes, la Informática ve variables, cajitas con sólo la forma que ahora contienen una cosa, pero que luego pueden contener otra.

Esa abstracción, que la Informática maneja con tanta naturalidad, me resulta asombrosa. Y no se quedan ahí, la elevan al cuadrado haciendo cajones de cajitas; al cubo, haciendo armarios de cajones; a la cuarta…

Y es que la tía, y también la hermana Cuántica, son soñadoras. Una capacidad con la que la Ingeniería sólo puede soñar.

Hablando de paradojas, si conoces la Informática entiendes mejor la del barco de Teseo, al que iban cambiando piezas hasta que no quedaba ninguna de las originales. Ojalá la vieja Filosofía fuese también de la familia.

Y entiendes mejor el experimento cuántico de Chesire, en el que han conseguido separar una partícula de sus propiedades, como la sonrisa del gato de Alicia en el país de las maravillas.

   …

🙇‍♂️

Que va, sigo sin entenderlo pero ¿a que es fascinante?.

A la hermana Cuántica lo que le fascinan son los gatos.

 

 

 

«Si crees que comprendes la mecánica cuántica, es que no comprendes la mecánica cuántica».

— Richard Feynman

 

Ingeniero Industrial | Freelance | Experto en Planificación y Procesos

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