La microgestión mata
Duro día de trabajo. Llegas a casa con alguna horita de más en el curro, pero con la sensación de haber resuelto muchos problemas. Que importante y necesario te sientes. Pero miras tu agenda y de la lista de cosas por hacer que tenías prevista para hoy… nada, pasan todas a mañana. O lo que es peor: no tienes agenda. Total, mañana vas a llegar al curro y la pila de nuevos problemas del día a día te va a decir que hacer.
Que equivocados estamos. Ahora lo llaman microgestión, pero es el síndrome de bombero apagafuegos de toda la vida. El viejo dicho de que lo urgente no deja tiempo a lo importante, repitiéndose día tras día. Esos pequeños logros que nos desvían la atención de nuestros objetivos principales y de las actividades que generan valor.
Párate a pensar un poco:
¿Es posible que las urgencias ocupen 8 horas (o más) de jornada laboral? Hay caos en la empresa, pero tanto…
¿Decides tú a qué dedicar tu tiempo, o lo deciden otros? Y no me refiero sólo a tu jefe…
¿Está tu equipo organizado y toma decisiones? ¿Les dejas hacerlo o lo tienes que decidir tú todo?